Hola a todos. Aquí tenemos, entre dos guapísimas azafatas y al lado de sus hijos, al nuevo ganador de Tour de Francia, Carlos Sastre. Me alegro mucho de su victoria, pues supone la culminación del esfuerzo de un corredor que, pese a no tener expolisividad, no ser mediático, no ser especialista contra el crono y alguna otra cosa más, es plenamente regular y nunca falla, como Fernando Escartín en sus tiempos hace una década. España tiene que estar contenta, pues ha demostrado que no sólo tiene gente limpia y honrada, sino que además son ellos los que ganan, deslumbran y mantienen viva la afición por este maravilloso deporte. Gracias a ellos y a su coraje y esfuerzo, todos disfrutamos. Bravo Carlos. Acostumbrados al reinado de Induráin hace quince años, es una gran sensación volver a tener tres victorias consecutivas del Tour, pero con tres corredores distintos, lo que denota el gran nivel de nuestro ciclismo, que ahora cuenta con especialistas de primera línea en todos los terrenos. Ánimo. Que vuelta a España nos espera. Finalmente, el Tour se portó bien y puso la versión más larga del himno, interpretemoslo como un homenaje a los éxitos recientes de nuestro deporte y una disculpa a Pereiro, que no pudo disfrutar de la ceremonia de los Campos Elíseos en lo más alto del podium.
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