Hola a todos. Nunca he ocultado mi simpatía por el juez Baltasar Garzón, y creo que nunca lo haré. Hay muchos ciudadanos que no creen en la justicia y pruebas evidentes de que ésta bien no funciona. Ahora bien, las sombras alternan con las luces, y la luz la pone el juez gienense Baltasar Garzón, quien acaba de acusar al Franquismo de haber cometido crímenes contra la Humanidad, que legal y punitivamente nunca prescriben. Después de declararse competente en los asuntos de las Dictaduras de Argentina, de enchironar a Augusto Pinochet, de encarcelar a terroristas y de hacer otras tantas cosas buenas, ayer por fin dio un paso muy importante al enjuiciar ya de una vez por todas al Franquismo, que tantos crímenes y atrocidades hizo con el beneplácito de la Iglesia y de muchos dirigentes políticos. Por otro lado, como no podía ser de otra manera en este país de chapuceros que es España, no todos están de acuerdo y me resulta muy triste ver cómo los fiscales van a recurrir y periódicos como El País dudan de la efectividad de las acciones de Garzón. Está bien si nos metemos en los asuntos de los demás, pero tenemos que seguir cerrando los ojos con lo que pasó en nuestro país. Ayer Toni Alcántara destrozó fotos de la represión de la policia con tal de ayudar a la transición democrática. Por fortuna, hoy día llevamos casi treinta años con una constitución y en plena democracia. Esa postura ya no vale y que sacar las cosas y juzgar a los que cometieron crímenes, pues los que hemos nacido en democracia tenemos que ver que quien infringe las leyes y los derechos de la Humanidad ha de pagar por ello. ¿Cuánto tenemos que aprender de Alemania? Muchas Gracias, Garzón.
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