sábado, 5 de septiembre de 2015
Vuelta a España 2015, etapa 13: Oliveira sucede al Cipotegato en Tarazona
Hola a todos. Por desgracia ni pude ver la etapa entera, el cansancio me venció y sólo vi los últimos diez kilómetros, ni tampoco pude acudir a verla en directo. Me da rabia porque ayer nuestra Vuelta pasaba por mi tierra aragonesa. Salía de la musulmana Calatayud, construida a una cierta distancia de la ciudad romana de Augusta Bilbilis, y llegaba a la romana Turiaso, que también tuvo su importancia en la época musulmana. Dejando a un lado el rollo histórico que viene a compensar mi falta de conocimiento sobre la etapa, me adentrare en el comentario de esta. Ya dijo Pedro Delgado que era una etapa ideal para que llegara una fuga, pues se desarrollaba por un terreno pestoso y rompe piernas alrededor del Sistema Ibérico, principalmente por Zaragoza, pero también por la provincia de Soria. Las previsiones de Perico se cumplieron y al final se formó una fuga con 23 corredores, entre los que por desgracia no estaba el aragonés Ángel Vicioso, bravo el por correr con una plancha doblada en la clavícula y que también es de la zona. En el puerto de primera y en el de segunda la fuga aprovecho para abrir y consolidar el hueco suficiente para llegar. En este caso, y como también se preveía, el puerto de El Moncayo, en la falda de la montaña más alta de la provincia de Zaragoza, fue fundamental para decidir el vencedor de la etapa. Ahí, la persistencia de Oliveira y el gran trabajo de Rubén Plaza saltando con todo aquel que fuera a cazar a su compañero, como Indurain con Olano en el mundial de 1995, resultaron claves para que el corredor portugués abriera hueco y pudiera llegar en solitario a la ciudad de Tarazona, que con la Vuelta ha alargado sus fiestas locales en torno al Cipotegato. A continuación llegaron los restantes fugados. Y finalmente el pelotón. Ahora falta estudiar el impacto que la Vuelta genera en la zona.
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