Hola a todos. Sé que tenía pendiente seguir con el comentario de las etapas finales de la Vuelta a España, pero hasta ahora no he sabido encontrar el momento adecuado para hacerlo. Entrenando hoy con la bicicleta, he pensado que esta vigésima etapa me ha recordado al perfil dentado del campeonato de España de 1992 que Miguel Induráin ganó a Jon Unzaga. No había puertos de gran categoría, pero sí puertos de mediana categoría en gran número. La escapada pudo prosperar, lo cual, a decir verdad, beneficiaba a Jumbo Visma, pues era más fácil controlar la etapa. La escapada se terminó de seleccionar en el último de los puertos. Y ahí, pues como no, estaba Remco Evenepoel. Sin embargo, en el desenlace de la etapa, Wout Poels ganó a Remco y Pelayo Sánchez en el sprint final. No obstante, si la etapa tiene 10 metro más, Remco hubiera ganado. Poels tuvo también la suerte que no tuvo Mo Katir en el mundial de atletismo, superado por Ingrebitssen un poco antes de la línea de meta. Respecto al pelotón, con bastante retraso acumulado respecto a la escapada, hubo pocas novedades. Sepp Kuss logró retener muy bien el maillot, secundado por sus compañeros Vingegaard y Roglic. Los tres se retrasaron para entrar junto en la lineta meta formando y anticipando el podium final, pero sobre la bici y no sobre la tarima del podium. Fue una imagen muy bonita para mi, porque era reconocer que funalmente el grgario de los líderes ganaba la Vuelta, escoltado por sus dos jefes: Roglic y Vingegaard. Y también acabar las tres Vueltas por parte de Sepp Kuss, un desafío duro, anómalo en este siglo XXI. Pero que ha terminado bien. He estado contento con el Jumbo Visma. Ha demostrado su fortalezy ha ganado la Vuelta con uno de sus corredores que en un principio no era que estaba llamado a venerla. Fotos de Agencia EFE.
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