Hola a todos. He dejado esperar unos días para hacer el tradicional balance que siempre hago sobre una carrera de tres semanas. En esta ocasión, como se sabe, toca valorar la edición del centenario. En primer lugar, ha quedado claro que el ganador ha sido Christopher Froome, que confirma las previsiones que se tenían del año pasado cuando ganó su compañero Bradley Wiggins. Creo que ha sido un rotundo y claro ganador, aunque sí que es cierto que al final se le ha hecho algo más pesada la carrera y parecía ir más justo. Eso también lo hizo en la Vuelta a España de la edición pasada, pero claro, había disputado el Tour a tope. Se ha dicho que su equipo no era fuerte. Hombre, sí que es cierto que en la segunda etapa de los Pirineos se quedó sin equipo, pero también hay que decir que se quedó sin tres de sus intregantes en la primera semana: dos por lesión y otro por llegar fuera de control en una etapa pirenaica. De todas formas, creo que es una escuadra potente la del Sky y que tiene derecho, como todas, a tener días malos. Movistar se ha considerado un equipo bueno, pero hubo un día en el que todos los corredores tirando, salvo Nairo Quintana, no fueron capaces de reducir diferencias. Otra de las cosas que se ha dicho de Christopher Froome es si estamos ante un dominador. Yo lo dudo, pero tampoco lo descarto. Me explico. Si todos sus rivales están bien de forma, sobre todo Andy Schleck y Alberto Contador, tendrá dificultades, pero podrá ganar como perder. Sí es un dominador o no, la carretera, su preparación, la preparación de sus rivales y las circunstancias de carrera lo decidirán. De momento, creo precipitado decir que hay un nuevo dominador. Se dijo de Ulrich, y el año siguiente no fue capaz de ganar el Tour y quedo segundo. Dejado el asunto Froome, hemos de centrarnos en el ciclismo español. ¿Cómo calificar el Tour? ¿Desastroso? No me atrevo a definirlo de esa forma, puesto que ha habido cosas buenas y cosas malas, y ya veremos cuales son más predominantes. Entre las cosas buenas que se deben de destacar es la actuación como bloque de Movistar. Salvando la jornada del error en el problema de bicicleta de Valverde, sus corredores han demostraso ser un bloque compacto, con las ideas claras y ejecutando a la perfección la táctica del director. Ello se ha visto recompensado con tres victorias de etapa: dos del portugués Rui Alberto Costa y una del colombiano Nairo Quintana. Además. éste ha ganado la clasificación de la montaña, de los jóvenes y ha sido segundo en la clasificación general ocupando un lugar en el podium escoltando a Froome. A nivel individual, hay que destacar la actuación de Alejandro Valverde, que teniendo como objetivo el podium, ha demostrado terner piernas para ello, aunque quizás se hubiera quedado a las puertas si no llega a tener aquel problema con la bici en una situación de carrera muy crítica. Tras la pérdida de diez minutos, ha sabido asumir su nuevo rol ayudando a Quintana a conseguir el podium y a su vez luchar con los favoritos y lograr remontar hasta posicionarse en la octava posición de la clasificación general. Pero también debemos nombrar a Joaquín Rodríguez, quien ha hecho un Tour sensacional de menos a más cumpliendo su objetivo de estar en el podium siendo el otro escolta de Froome, pero esta vez en el tercer cajón del podium. La primera semana y media fue dramática para él, ya que perdió mucho tiempo en Pirineos y la crono de Mont Saint-Michel. Al igual que Valverde, ha demostrado pundonor, se ha sabido sobreponerse y tras una gran segunda crono, marcando mejor tiempo a su llegada y siendo sólo superado por Contador en menos de un segundo y Froome en 10", se dio cuenta de que podía alcanzar el podium y ha estado combaivo para lograrlo, culminándolo el último día en el último puerto. Bravo por la valentía de Purito. Analizando las cosas malas, una actuación discreta de Euskaltel, en donde ni Miquel Nieve ni Igor Antón han logrado victoria de etapa, pero sí al menos han mostrado combatividad. Ninguna victoria de corredor español en todo el Tour, algo que no sucedía desde 1998, pero mejor considerar antes. Y tampoco cabe calificar de bueno el Tour de Contador pese a ser cuarto, un puesto mejor que el quinto de 2011 que no se le reconoce por el Doping. Independientemente de etsto, las sensaciones y la actitud de Contador de 2011 y 2013 son muy diferentes. El Contador de 2011 se bregaba y protagonizó un ataque de lejos a la antigua cuando perdió tiempo en la montaña. Lo intentaba bajando y subiendo, pero ls piernas no le teminaban de responder, ya que arrasó en el Giro de 2011, quizás uno de los más duros de la historia, mostrando su mejor estado de forma. Sin embargo, este año su actitud ha sido totalmente diferente. Al principio no atacó en la montaña y sí en el llano o en los descensos sin gran acierto, salvo el día de los abanicos donde recortó 1' 09". Es cierto que intentó atacar en montaña, pero al final acaba cediendo. Y ahí es donde no me ha gustado la actitud de Contador. En 2011 intentaba seguir. Este año, dado que Kreuziger iba como él o mejor, siempre lo ha esperado para que le haga la subida y luego cuando ya no podía más irse en los dos últimos kilómetros si podía. Incluso ha llegado a perder terreno en ese último kilómetro como el día de Mont-Ventoux. Creo que su Tour ha sido mediocre por la actitud defensiva y de exprimir al equipo. Además, ese rendimiento tan bajo que ha dado le ha valido las críticas duras del patrocinador Tinkoff. Creo que Alberto no se ha preparado bien y pese a eso ha acabado cuarto y en la última etapa. Si se prepara bien, creo que aún tiene cuerda para disputar el Tour con serias opciones de ganarlo. De él, y de su hambre, como decía el patrocinador Tinkoff, depende que no gane más el Tour o si no lo hace sea porque alguien ha sido mejor pero en igualdad de condiciones, no como en este año. En resumen, creo que ha sido un edición del centenario buena para unos y mala para otros dentro del ciclismo español, luego podríamos definirlo como un Tour de sombras y brillos. Repetimos fotos de Marca.
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