lunes, 5 de agosto de 2013

Un dia cantábrico en el Mediterráneo

Hola a todos. Una vez acabado el Tour sigo con dificultad para poder actualizar el blog. La excusa de esta vez es que estaba en la playa y apenas tenía tiempo de actualizar el blog. He estado desconectando de todo los cuatro primeros días de agosto. Como zaragozano me correspondería haber ido a Salou, pero me sigue dando sarpullido ir allí a la playa, así que al final me fui al lado de Salou, a Cambrils. En el hotel que estuve me lo pasé muy bien. La comida del Bufet Libre estaba orientado sobre todo a los extranjeros, pero estaba buena. Además, tuvimos la oportunidad de hablar francés y hablar algo más con un simpático flamenco de Ostende. Los días en la playa fueron muy buenos el jueves y el viernes, pero no así el sábado, día que protagoniza nuestro post. Era el último dia entero que podía estar en una de las playas de Cambrils, pero en vez de salir soleado, como en un principio esperaba, resultó que salió un día más parecido al cantábrico que al Mediterráneo. Así nos salió un día nublado y húmedo, aderezado con aire frío. De todas formas, eso no fue óbice para bañarme en la playa como demuestran las fotos, ni tampoco para hacerlo despúes en la piscina del hotel, lugar al que tuve que ir tras la lluvia que nos comenzó a caer en la playa. Acabó parando, pero estando muy bien en la piscina al final terminó por diluviar. A la tarde el tiempo mejoró y salió el sol, pero no todo el rato y nuevamente se puso nublado. Al final, me apeteció darme un paseo para conocer algo de Cambrils, pues el hotel estaba en la interminable Avenida de la Diputacion bastante lejos del núcleo urbano de CAmbrils de toda la vida. Aproveché también para entrar al super y comprar algo de bebida. Eso sí, lo que no me dio tiempo a mirar fueron las ruinas romanas. Una pena, pero ya tengo excusa de nuevo para volver e incluir en la visita Reus y Tarragona.



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