Hola a todos. Tras los tres primeros días en donde, como el año pasado, aunque por circunstancias diferentes, me ha sido imposible actualizar las tres primeras etapas, damos comienzo a mis comentarios de la Vuelta a España en la etapa 4. Desde hace unos años, y gracias sobre todo al director y a la compra de la mitad de UNipublic, empresa organizadora de la Vuelta, por Amaury Sports Organisation (ASO), empresa editora de L'Équipe y organizadora del Tour de France, la Vuelta, si bien no consigue siempre atraer a ninguno de los grandes ciclistas de manera consecutiva todos los años, sí que tiene estrellas fijas y otras intermitentes, pero sobre todo un recorrido que desde 2010 está creando un gran espectáculo entre los espectadores y parece que vuelve a relanzarse la afición del ciclismo en España, la cual bajo mi punto de vista estaba algo alicaída. No voy a entrar en la promoción intensiva de la prensa en el fútbol, pero parece que algo cambia y al menos la SER se va desplazando de ciudad en ciudad conforme va la Vuelta, como antaño hacían De la Morena o José María García. Estos días, y hasta mañana, la Vuelta discurre por la Comunidad Autónoma de Galicia, en donde se están combinando las carreteras cerca del mar, en donde se pueden paisajes bonitos, con los puertos que existen casi cerca del mar, lo que influye de manera determinante a que nuestro clima en el interior sea bastante extremo. Hoy no había más que un puerto, que se subió por vez primera el año pasado siendo final de etapa, que se coronaba a 33 km de la meta, en el faro de Finisterre, literalmente el fin de la tierra según su traducción del latín. O lo que es lo mismo, el fin del mundo conocido, versión que siempre se impuso en Europa occidental hasta que los viajes de marinos españoles sobre los pasos de Colón se cercioraron de que aún existía otro continente más. Volviendo a la carrera, que me he ido por los cerros de Úbeda, y no me interesa, la escapada del día ha sido neutralizada, a excepción del francés Edet en el Balcón de Ézaro, un puerto corto, pero con unos desniveles brutales que llegan a alcanzar 28, 29 y 30% y con una media entre el 13 y el 15%. Dos kilómetros que se hacen eternos, pero que han servido para que, una vez neutralizados todos, salvo Edet, Flecha lanzara un ataque de lejos, al que luego en el descenso ha respondido Txurruca y un poco más adelante se han unido, tras previa negociación entre murcianos, Luisle Sánchez más Ángel Vicioso y dos corredores más. En ese grupo había dos corredores muy peligrosos para disputar la etapa, el murciano y el aragonés de Alhama de Aragón (Zaragoza). Por detrás, y para proteger el maillot rojo de Horner, Radio Shack ha puesto un ritmo fuerte y al final ha logrado neutralizar la segunda escapada. Pero todavía no estaba dicho todo. Así, en las rampas suaves del 4 o 5 % que conducen de Fisterra al Faro de Finisterre, ubicado en el Cabo de dicho nombre, accidente de obligado conocimiento en Ciencias Sociales de 1º de la ESO, Flecha lo ha vuelto a probar y a falta de un kilómetro, ha lanzado un duro ataque Dani Moreno el cual ha sido contestado por la Locomotora de Basilea, Fabian Cancellara, que ha acabafo entregando la cuchara a falta de unos 50 metros, viendo que ya no era posible coger al de Fuenlabrada y gregario principal de Purito, de forma que Dani Moreno ha sido vencedor de la etapa logrando así su segundo triunfo parcial en la ronda española. La verdad que me alegro mucho por él, ya que tanto para él como para Purito, dejar Relax y Movistar y Movistar camino del Katiusa ha sido una gran elección, ya que han disfrutado de las oportunidades para ganar etapas y optar a la general de las Grandes Vueltas que su militancia en el equipo de Eusebio Unzué le impedía con la presencia de Valverde y Pereiro tras 2006. En cuanto a la general, Horner se ha quedado al final un poco descolgado y por 3" ha cedido de nuevo el maillot rojo a uno de los máximos favoritos Vicenzo Nibali, que ya lo cogió el domingo. Para terminar, indicar que una de las imágenes más bonitas ha sido ver la ascensión del pelotón al tramo duro del Balcón de Ézaro desde la parte trasera, pudiendo ver como más uno ha tenido que echar pie a tierra, ya que no todos parecían tener sitio y luego la necesidad de ser empujados para retomar la marcha en semejante pendiente y a una cierta velocidad. Lástima que ningún fotógrafo de Marca haya cogido es foto. Por lo demás, las fotos son de Marca.
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