jueves, 1 de enero de 2015

Homenaje a Lutz Long: un hombre digno y deportivo


Hola a todos. Mi primera entrada de este nuevo año de 2015 va a estar dedicada al atleta germano Lutz Long, contemporáneo del norteamericano James Cleveland Owens (Jesse Owens), del que fue rival en la prueba de salto de longitud. En la prensa española apenas se puede encontrar información de este atleta alemán. Toda la que se encuentra está relacionada con Jesse Owens, quien realmente ha acaparado la fama. mucho más de la que consiguió Lutz Long. Este atleta alemán, nacido, al igual que Jesse Owens, en año 1913 en la ciudad sajona de Leipzig, era una de las principales estrellas alemanas en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, cuya candidatura venció a la de la ciudad de Barcelona. En la gran mayoría de noticias relativas a Jesse Owens, este aparece como el gran triunfador de dichos juegos cosiguiendo 4 medallas de oro. Sin embargo, la información del alemán Lutz Long tan sólo se centra en la amistad trabada con Jesse Owens, en el que el alemán ayudó al norteamericano a clasificarse a la final en las serie previa eliminatoria. Es decir, apenas tenemos información sobre el atleta alemán en los medios deportivos españoles y generalistas que ya editaban en las fechas de vida de ambos. Por fortuna, la wikipedia nos soluciona una parte del problema. Y a través de las referencias que da, se puede rastrear un poco de la vida de este genial atleta alemán. A la edad de 23 años compitió en los Juegos Olímpicos de Berlín, siendo el gran favorito para conseguir la medalla de oro, o al menos, eso parece ser que vendía la propaganda del régimen de Adolf Hitler. Pese a estar concebidos como un instrumento de propaganda en el que demostrar la fuerza y superioridad de la raza aria, el alemán Luzt Long, cuyo nombre real era Carl Ludwig Long, demostró que había otros valores muchísimo más importantes. Y eso lo hizo ante el mismísmo Adolf Hitler, presente en el palco del Estadio Olímpico de Berlín. De esta persona creo que ha destacarse su impecable y verdadero espíritu olímpico. Tal como se relatan en todas las informaciones existentes sobre él en la prensa española y también en lo relacionado con Jesse Owens, fue un artífice importante de la victoria del Antílope de Ebano, sobre nombre del atleta oriundo del Estado de Alabama, en la final de salto de longitud del 4 de agosto. Ante los nulos que estaba haciendo el ya recordman mundial y campeón olímpico del hectómetro, Lutz Long fue a hablar con él y aconsejarle que no ajustara tanto la distancia con la tabla de batida. El estadounidense aceptó el consejo y se clasificó para la final. En la final, el duelo entre ambos fue trepidante, ya que ambos saltaron distancias parecidas. Ello propició la superación del ser humano y el que uno de ellos franqueara por vez primera la barrera de los 8m. Lutz Long, saltó 7,54m 7,74m y 7,84m en sus tres primeros saltos. En el cuarto, bajó un poco y no pudo continuar esa línea ascendente que llevaba en un impecable concurso. Jesse Owens no fue menos y ya desde el primer salto se puso en primera posición con las siguientes marcas: 7,74m, 7,87m, 7,75m y nulo. Por lo tanto, en el quinto intento se produjo algo genial, que seguramente hoy sería el minuto de oro de las televisiones con la audiencia que tienen los JJOO. El atleta alemán hizo su mejor salto igualando la marca de Jesse Owens conseguida en su segundo salto: 7,87m. El de Alabama respondió con un salto 7cm superior, siendo necesario saltar más de 7,95m para conseguir el oro. En el sexto intento Lutz Lonh hizo su único nulo. Mientras, con la medalla de oro ya en el bolsillo, Jesse Owens superó por vez primera en la historia de esta prueba la barrera de los 8m, logrando saltar 8,06m y consiguiendo con ello el record mundial de la disciplina, que estuvo vigente hasta los Juegos de Roma en 1960 o de México de 1968, ahora no recuerdo bien de memoria. Sin embargo, ese hecho previo a la final de Carl Ludwig Long le valió una sincera y emotiva amistad con el Jesse Owens. Rápidamente el alemán felicitó al esprinter de raza negra, una imagen para nada querida en la ideología del nacionalsocialismo alemán. Tras esta cita, cabe reseñar que Lutz Long fue el rey de la longitud alemana entre 1933 y 1939 y también el ganador en 1938 del título europeo. Al llegar la Segunda Guerra Mundial fue movilizado a filas y acabó muriendo el 14 de julio de 1943, tras ser herido en acto de guerra en la isla de Sicilia y cuidado en un hospital del ejército británico, donde al final expiró a la edad de 30 años. Cumpliendo el deseo que previamente había transmitido a su gran amigo de Alabama, Jesse Owens viajó tras finalizar la guerra a Berlín para hacerse cargo del hijo de Lutz Long, nacido en 1942. Asi, vaya mi homenaje a este atleta alemán que con tanta dignidad supo hacer frente a los embates de la vida y que tan eficazmente sirvió a su país, tanto en el deporte como en la guerra, donde las ansias de grandeza de un señor acabaron por segar la valía deportiva de uno de sus mejores atletas. Creo que Carl Ludwig Long es un ejemplo a seguir al anteponer la humanidad, el sentido común, la amistad, la deportividad a los ideales que enarbolaba en ese momento el gobierno de su país. 71 años y medio después de su muerte, su ejemplo no debe caer en el olvido. Vaya mi homenaje para un gran atleta, no por sus logros deportivos, que merecen tal calificación, sino por su calidad humana y su dignidad, todavía más grande que su fortaleza deportiva. Las fotos las hemos tomado de la página de la Fundación de Jesse Owens.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Donad sangre, sobre todo de los tipos 0 y A. No seais idiotas. Además, deberíais leer más el ABC y el Periódico de Aragón.

Un abrazo, Roberto.

David.