Hola a todos. Dentro de poco rato se cumplirán quince años de aquella magnífica noche en la que el Real Zaragoza consiguió el éxito más importante en sus 78 años de historia: la conquista del entonces segundo trofeo más importante del fútbol europeo por clubes, la Cup Winner's Cup, que en España siempre hemos conocido por Recopa de Europa. Sucedió un miércoles diez de mayo de 1995 en el estadio Parque de los Príncipes (Parc des Princes) de Paris, Francia. El partido lo disputaron el Arsenal de Londres, vigente campeón que defendía su corona y el Real Zaragoza, aspirante al título y a perpetuar la leyenda de que ningún equipo era capaz de ganar dos veces consecutivas dicho trofeo. El resultado es bien conocido por todos. El Real Zaragoza se impusó en un final agónico con una milagrosa parábola de Nayim que acabó dentro de la portería que defendía Seaman con el tiempo de la prórroga expirado. ¿Qúe hacía yo en esa noche? Aunque aún joven, en aquel momento tenía 16 años recién cumplidos y era un auténtico forofo del Zaragoza, al cual me había abonado en el verano de 1994, es decir, era mi primera temporada como abonado. Recuerdo con especial cariño aquel día, pues para mi el Zaragoza representaba en aquel momento un modelo de lucha, de triunfo y de autoestima, un ejemplo en el que siempre veía un equipo aguerrido, brillante, triunfador y estilista en el juego; un equipo que no se arredraba ante los momentos críticos y que sabía estar en su sitio. Era la vía de escape en donde todos los problemas, frustaciones e inseguridades de un adolescente se enpequeñecían ante la alegría y confianza que proporcionaban los triunfos del Zaragoza. En el día a día, recuerdo que fue un día tenso, estaba deseando que llegara el momento de ver el partido. Me fui a verlo al Príncipe Felipe con mi amigo Jesús Aranda. Ambos vimos el partido, Jesús más tranquilo y yo más nervioso. Recuerdo que me volvía loco con el gol de Esnaider y después un estallido brutal de alegría y orgullo con el gol de Nayim. Recuerdo que luego fuimos andando a la plaza España. Había un ambiente genial como nunca habrá más, con tanta gente que no se podía andar desde la sede de Heraldo de Aragón. Impresionante como diría Jesulín. Después, al día siguiente, recuerdo que en el instituto tenía una sensación de felicidad, de estar flotando en una nube con una calma asombrosa y con el placer de haber logrado el objetivo. Recuerdo también que en el instituto estuvimos todo el día cantando el himno y los profesores nos dejaron expresar nuestra alegría ante un día excepcional en la Historia de la Ciudad. A la tarde, nos fuimos todos los amigos: José Mari, Jesús, Jesún y yo a la plaza del Pilar, como todo Zaragoza. El ambiente fue impresionante, todavía hoy se me pone carne de gallina al ver tanta gente en la plaza del Pilar. Uno de los momentos más emotivos fue cuando Andoni Cedrún, para perplejidad de todos, anunciaba que cumplía la promesa hecha un año antes en el mismo lugar: ganar la Recopa recién conquistada la cuarta Copa del Rey. Evidentemente, todos lo tomamos como una fanfarronada propia de un momento feliz. Sin embargo, un año después, se tornó en una promesa cumplida. El destino fue justo con ese gran hombre que es Andoni Cedrún, sin duda el mejor portero de la historia reciente junto con César Laínez. A nivel colectivo, este triunfo del Zaragoza creó que representó un gran golpe de autoestima en la moral del pueblo aragonés y zaragozano, pues en medio de escándalos de corrupción del entonces presidente socialista Marco, de la eterna sumisión de los políticos a Madrid por encima de los intereses de Aragón y en una época de crisis, los triunfos del Zaragoza constituían el motivo de orgullo de una gran parte de la gente aragonesa. Digamos que los éxitos zaragocistas hacían más llevaderos los problemas y quehaceres cotidianos. En homenaje a ese equipo, en el que nos ha dejado Sergi López Segú, y en donde Fernando Cáceres sobrevive de milagro, pondremos los vídeos del gol de Nayim, de la trayectoria del Zaragoza en la Recopa de aquel año, de los montajes hechos con el resumen del partido y la canción de Arde París y del vídeo realizado por el programa de "Maldini" con la impresión de sus protagonistas unos años después. Espero que os guste, incluidos los que no os molan las entradas deportivas.
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