De nuevo en Labitolosa

Hola a todos. Como otro año más desde 1999 estoy nuevamente entre Graus y La Puebla de Castro para participar en la vigésimo primera campaña de excavaciones en Latibitolosa, aunque en este año por vez primera sólo estamos trabajando en la parte musulmana, el importante castro de Castromuñones. Castromuñones, castillo ya erigido a inicios del siglo IX era el que guardaba la frontera oriental del distrito musulmán de Barbastro y era una de las primeras punta de lanza en ese cinturon defensivo para defender la citada ciudad. Castromuñones era el centro de un pequeño territorio rural hasta que a finales del siglo XI, concretamente hacia 1080-1081 fue entregado al rey aragonés Sancho Ramírez. Pero bien, no se trata de contar la historia, sino de las historias que se generan alrededor del yacimiento entre los nuevos ciudadanos labitolosanos, aquellos que se dedican a exhumar los restos del pasado con el objetivo de que la sociedad los sepa valorar como un elemento que puede ayudar a la promocion y desarrollo de las zonas rurales. Este año he de destacar que tiene un cierto significado para mi. Se trata de la decimotercera campaña en la que participo, es decir, mi número, el número 13. Además se juntan varias circunstancias como el deseo de volver a vivir aquellos acontecimientos de los que disfruté con total plenitud hasta 1998, las fiestas de Burlada. También el cuerpo me pide algo de pereza al levantarme a las seis de la mañana, aunque no me está siendo duro como pensaba antes de venir. Por otro lado, este el primer año en el que participo por completo y en el que no estoy vinculado de forma alguna con la Universidad de Zaragoza. Salvo 2006, todos los demás años venia como alumno, investigador o bien profesor. En cuanto a mi ánimo, creo que este año es mejor, porque el año pasado estaba muy pendiente de mi futuro y de solucionar una situación que en modo alguno tenía previsto, el cambio de la Universidad a la Secundaria. En cuanto a la gente, estoy contento con los chicos que repiten, que son de los trabajadores y con los nuevos que han llegado, que me parecen geniales, ya que trabajan, beben y se divierten como los anteriores, pero también son tranquilos y con los que se puede tener conversaciones de alto nivel sobre variados temas, aspecto que hacía tiempo no veía en la excavación. Por último, decir que hoy me he dedicado a cortar pobres bojes. Estoy muy contento por el hecho de que ver el deporte rural vasco me ha sido util para cortarlos con cierta solvencia. La verdad que con el hacha he mejorado bastante y sobre todo he sido capaz de mantener el corte durante bastante tiempo. Espero seguir dando alguna noticia más sobre la campaña de este año y de poner alguna foto en la que salga.