sábado, 31 de diciembre de 2011

Balance de 2011








Hola a todos. Es hora, ahora que estamos a punto de cambiar de año y adentrarnos en 2012, de reflexionar y hacer balance de lo que ha sido 2011. Enlazando con lo que dije exactamente hace un año, 2010 fue para un año difícil en el que tuve que enfrentarme una seria e importante decisión que cambiaba de forma importante el curso de mi vida. 2011 es el año en el que puedo valorar con más perspectiva si ese cambio que di ha sido para bien o ha sido para mal. Bien es cierto que no he cambiado mi profesión, sigo siendo docente, pero sí que he realizado un cambio profundo al dejar la Universidad, bueno la Universidad me dejó a mi, e incorporarme a la Secundaria. Por el momento, con sus cosas buenas y con sus cosas malas, creo que la decisión ha sido acertada. Por ahora no tengo motivos para arrepentirme, aunque verdaderamente no todo es color de rosa. Esperaba dejar un mundo de rencillas y mucha presión inútil, pero me he encontrado otro mundo que, si bien no es lo mismo, sigue habiendo también mucha envidia y ciertos malos rollos. En resumen, el cambio ha merecido la pena. ¿Qué ha tenido de malo 2011? Bajo mi punto de vista, lo que menos me ha gustado a nivel personal han sido las envidias y las niñateces que he tenido que sufrir por parte de algunos de mis compañeros, que no han tenido el suficiente valor para plantear las cosas de frente, quizás porque ellos mismos sabían que no eran cosas serias que justificaran la reacción que realmente tomaron. Bueno, mi más absoluta indiferencia para ellos. Otra de las actitudes que tampoco me ha gustado ha sido la hipocresía de ciertas personas, que parece ser no tienen ningún problema en dar dos caras totalmente distintas según les convenga. Y encima, que no tengan reparo en disimular. Pero bueno, considero que no es necesario continuar con estas cosas. ¿Qué retos se me han planteado en 2011? Hay uno muy interesante y que me consume mucho tiempo. No sé si lo haré bien, pero desde luego estoy poniendo toda carne en el asador. Ese resto es centrar a mis alumnos tutorandos de segundo de bachillerato. Los resultados todavía no son satisfactorios. No obstante, quiero pensar que esto se trata de una carrera de fondo, como también me dice la experiencia, y más tarde o más temprano se recogerá el resultado del trabajo realizado hasta el momento. Eso sí, hay que ser realistas y no esperar tampoco milagros. ¿Y de bueno? ¿Qué cosas positivas se han sucedido para mi en 2011? Sinceramente, creo que han sido bastantes y no me puedo quejar. Una de ellas ha sido retornar de nuevo a Illueca para retomar la labor que ya inicié el curso pasado. Por ahora, no me gusta la inestabilidad de ir cambiando y me gusta quedarme un tiempo en aquellos sitios en los que he estado contento, como Illueca. Por lo tanto, cuando se confirmó mi permanencia en la ciudad del calzado, me llevé una gran alegría. También ha sido muy positivo para mi el cambio de residencia, pasar de una urbe grande y en expansión con pasos aperturistas hacia una ciudad con un cierto grado de multiculturalidad a un pueblo mediano aragonés cabecera de comarca y otrora opulenta sede de la industria del calzado. Si bien es cierto que las vacas gordas han pasado en mi nuevo lugar de acogida y que esa situación de crisis se plasma muy bien en la importante cantidad de edificios derruidos que hay, como perfectamente nos hizo llamar la atención mi compañera Merche, todavía hay vida en dicho pueblo. La industria del calzado todavía resiste y hay cierta vida en forma de parques, de sitios de ocio, de una magnifica naturaleza que depara lugares con gran valor ecológico y patrimonial y grandes posibilidades deportivas, las huellas de un pasado nobiliario y sobre todo, una pirámide poblacional que no está completamente envejecida, pues hay gran cantidad de gente joven durante todo el año en comparación con otras cabeceras comarcales, caso de Belchite o de Graus, que son las que mejor conozco. En definitiva, que no echo de menos Zaragoza, pues me he sabido adaptar a la nueva situación. Es ahí donde está la clave, adaptarse a los lugares y no pretender que los lugares se adapten a tí, pues ahí radican los problemas. También he tenido la oportunidad de coincidir con grandes personas y de compartir su compañía, con unas más que con otras pero con todas contento, lo que nos sirve para entablar amistad progresiva y para recuperarse de los bajones cuando los haya. ¿Qué ha sido lo mejor? Resulta difícil entablar un orden, pero haré el siguiente. Haber ganado la Gimkana con mis alumnos tutorandos de 2010-2011, con los que estuve muy a gusto y con los que disfruté mucho jugando y disfrutando del premio, excursión a Zaragoza. Haber disfrutado de una magnífica estancia en París en abril con doce alumnos de primero de bachillerato, de los que cinco son ahora mis tutorandos en segundo de bachillerato, y con nuestra profe de francés Nathalie, a quien siempre le estaré agradecido por haberme dado la oportunidad de conocer una gran ciudad. Fue una semana genial en Rozay-en-Brie conociendo el pueblo y los principales lugares del departamento del Sena y del Marne. Estuvimos en Vaux-Le-Vicomte, en Provins, en Fontainebleau y, como no, en París. Después otro gran momento fue el recibimiento que parte de mi alumnado me dio a la vuelta de vacaciones en Illueca, el cual nunca olvidaré, como la despedida, y siempre quedará grabado en mi memoria. Por último, destacar también el viaje por Flandes y Holanda, en el que me lo pasé muy bien y vi muchos monumentos bonitos del gótico arquitectónico flamenco que no se explican en las aulas. La mejor sensación de ha todas ha sido pasar la mitad del mes de abril fuera de mi país y un fin de semana distinto en cada país: Francia, Bélgica, Luxemburgo y Holanda. En líneas generales, 2011 se puede considerar un año positivo.

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