Hola a todos. Tras haber finalizado ayer el Tour de Francia es hora de hacer balance. Me gustaría referirme a varias cuestiones. En primer es Vox Populi que este Tour ha sido muy aburrido. Ese parece ser el sentir mayoritario del aficionado seguidor del Tour, tanto español como europeo.Bajo mi punto de vista, y de acuerdo con Jean François Bernard en L'Équipe y con Carlos De Andrés en Televisión Española, no considero que ésta edición haya sido aburrida, sino que se ha corrido de manera totalmente distinta a la que nos habíamos acostumbrado en los últimos años, especiamente con Alberto Contador y Andy Schleck, en donde sabías que en la montaña iba a haber ataques y que éstos iban a romper la carrera y a hacer importantes diferencias. Sin embargo, en este año el Tour me ha recordado a los Tour de Induráin. Lo ha ganado un reconocídisimo fan del corredor villavés, Bradley Wiggins, y al igual que el navarro, ha basado su victoria en la contrarreloj y en mantener las diferencias en la montaña. Hay que reconocer también que quizás sus rivales no tenían la fuerza para ponerlo en evidencia, sobre todo porque también estaba su compañero Chris Froome, de forma que el dominio de Sky ha hecho de intimidación. Para mí no ha sido aburrido, ha sido diferente. Otra de las cuestiones que quiero reseñar es que Bradley Wiggins ha sabido aprovechar la única oportunidad que seguramente tendrá de ganar el Tour. ¿Por qué digo esto? Esta claro, nadie ha sido capaz de lanzar ataques demoledores que haya puesto en apuros al británico. Los dos corredores capaz de hacer eso no han participado en el Tour por diversos motivos: Andy Schleck, quizás el mejor segundo de la historia de Tour con Poulidor y Ulrich, y Alberto Contador, el segundo ganador descalificado por doping tras Landis en 2006. Si el año que viene ambos participa en plenitud de condiciones y limpios, seguramente, como ya sucedió en 2009, Wiggins lo tendrá difícil. Si bien Schleck no va bien contra el crono, Contador sí, de forma que no tendrá tan fácil derrotar al español, ya que es también un buen contrarrelojista. Tercera cuestión. Hemos podido ver también un claro cambio generacional que ya se preveía el año anterior. Los Evans, Wiggins, Zubeldia, Kloden, de 32 y más años, tienen relevo asegurado con dos franceses, Rolland y Pinot y un estadounidense, Tejay Van Garderen. El ejemplo claro se vio en la crono, cuando el norteamericano doblaba de forma rotundaa su teórico jefe al principio de la carrera, Evans. Además, la carretera hubiera sancionado esto aun cuando Van Garderen se hubiera portado como buen gregario y ayudado a Evans en los Pirineos. En cuarto lugar me referiré al ciclismo español, que ha mandado un preocupante mensaje de vacío a corto y medio plazo. Si bien el ciclismo francés parece de nuevo emerger, el ciclismo español se apaga. Los corredores que han hecho buenas actuaciones ya están próximos al final de su carrera, pues Freire y Sánchez superan los 34 años, Zubeldia y Purito tienen 33 y Valverde 32. Cobo también anda cercano a esa cifra. Frente al espejismo de Contador, como bien lo ha definido El Pais en la edición de ayer, el ciclismo español amenaza sequía en los años venideros, algo que esperemos se ponga fin de forma circunstancial en la Vuelta a España. Bien, a grandes rasgos creo que éstas son las principales conclusiones que se pueden extraer de la presente edición del Tour de Francia.
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