miércoles, 18 de diciembre de 2013

18 de diciembre de hace ....... 895 años (año 1118)

Hola a todos. Tras una larga ausencia de mi blog por lo mismo de siempre, trabajo y deporte y porque no sé que entradas elegir de las muchas que puedo hacer, vuelvo de nuevo a publicar una entrada para que la podáis leer todos los que me seguís en mi espacio personal informal. Hoy inauguro una nueva sección. Casualmente, hoy me he acordado, explicando la materia de 2º de ESO, que hoy es el aniversario de un acontecimiento importante para mi ciudad, Zaragoza. Desde el invierno del año 713-714, fecha en la que Tariq y Musa Ibn Nusayr conquistaron o tomaron posesión de la Caesaraugusta romano-visigoda, ésta, llamada a partir de dicho instante, se convirtió en la ciudad de Saraqusta, la arabización fonética de Caesar Augusta. El periodo musulmán de la ciudad, fundada en honor a César Augusto con el objeto de celebrar su medio siglo, según se ha pensado últimamente por los investigadores de Historia Antigua, se prolongó hasta un día como hoy, 18 de diciembre, pero hace 895 años, es decir, el año 1118. En la señalada fecha, y tras el acuerdo realizado con las autoridades almorávides, Alfonso I de Aragón, hijo de Sancho Ramírez y nieto de Ramiro I, se apoderaba de la capital de la Marca Superior de al-Andalus, que se convirtió cien años antes, 1018, en la sede del reino taifa de Zaragoza, regido por las dinastías de los Banu Tuyibiés y Banu Hud. No me voy a centrar en la conquista cristiana de la ciudad, sino en las consecuencias que ésta tuvo entre la población musulmana. Hoy en día, 895 años después, esa conquista sigue siendo importante, puesto que en la actualidad Zaragoza sigue siendo la capital de la Comunidad Autónoma de Aragón, heredera directa del antiguo Reino medieval que conquistó la ciudad a los musulmanes. Bajo mi punto de vista, esa conquista no fue positiva para la ciudad de Zaragoza. Considero que esto es así por varias razones. Se produjeron muchas bajas entre los musulmanes y los cristianos. En segundo lugar, los musulmanes se fueron en un número importante creando un importante vacío demográfico que tarde años en solucionarse. Asimismo, los que se quedaron sufrieron un cambio radical en sus vidas viendo ostensiblemente empeoradas sus condiciones sociales. En efecto, pasaron de ser personas libres dentro de una sociedad basada en la producción y en la economía de mercado a convertirse en siervos de señores feudales que obligaban a practicar una economía de subsistencia a la mayoría de la población para que ellos pudieran ser mantenidos por éstos. Además, se les obligó a dejar sus casas en el centro de la ciudad y fueron confinados en una zona muy concreta a las afueras de la misma, en concreto alrededor de la Plaza Salamero, en donde aún guardamos la presencia de la población mudéjar, los musulmanes que se quedaron, en la calle Azoque, que viene de El Zoco, el mercado musulmán. También conservamos restos materiales de su presencia en La Seo de Zaragoza y en la Torre de la Magdalena. Siguiendo en esta línea, la conquista cristiana de hace 895 años supuso también un apagón intelectual de consideración. Frente al esplendor y mecenazgo del que disfrutaron en la corte taifa de Zaragoza literatos, científicos, médicos y filósofos, la presencia de los aragoneses en nuestra ciudad provocó un parón en esa actividad, bien representado por la emigración a Fez de uno de nuestros zaragozanos más ilustres, el filósofo, médico y científico Ibn Bayya, conocido en las fuentes cristianas por Avempace, a cuya memoria está dedicado el instituto en el que actualmente trabajo en la ciudad de Zaragoza. En conclusión, creo que esta conquista significó una transformación sustancial y radical, para mi negativa, de las leyes, economía, sociedad, cultura y costumbres que se practicaban en la ciudad de Zaragoza.






1 comentario:

Anónimo dijo...

Donad sangre y comprad "El Mundo" el próximo domingo.

Por favor.

David.

Roberto, eres el mejor, habla de las clases con el Profesor Utrilla, por favor.