Con las manos en la masa: Pulpo a la Gallega

Hola a todos. Hoy en la sección gastronómica de mi blog, vamos a decir cómo preparar un pulpo a la gallega en un tiempo no superior a los quince minutos. Para ello necesitamos un microondas, un pulpo ya cocido, unas patatas para asar, aceite de oliva y pimentón. El pulpo lo podemos obtener en cualquier supermercado general o en una tienda de congelados. En el Día venden casi medio kilo de pulpo cocido ya cortado en trozos. En carrefour podemos obtener un pulpo entero y en Mercadona tenemos las patas del pulpo cocidas. ¿Qué pulpo elegimos? Según los gustos y la economía. En cuanto al tiempo de realización, de menor a mayor, tenemos el Pulpo del Dia, el pulpo del Mercadona y el Pulpo del Carrefour. Personalmente me decanto por el pulpo del Mercadona. ¿Cómo comenzamos? Si tenemos el pulpo congelado, el primer paso será, evidentemente, meterlo en el microondas y descongelarlo en el programa correspondiente. Si aún sale algo congelado, abrimos el grifo con el agua caliente a tope y en muy poco tiempo se termina de descongelar. El siguiente paso será proceder a secarlo un poco con papel de cocina independiemente de si lo hemos duchado al pulpo. Con el pulpo, procedemos a cortar cada una de las patas en finas rodajitas, intentando que estas no tengan un grosor mayor que dos monedas de euro juntas como medida muy gruesa. Cuando esté acabado, dejamos las rodajitas en un plato. A continuación pasamos a las patatas. Es interesante hacerlas asadas, y para ellos, las meteremos en el microondas en la función de asar patatas si la tiene (el mío sí). Depende del peso, hay que ponerle más o menos tiempo. Con un par de patatas que pesen medio kilo, son necesarios unos seis minutos en el microondas. Una vez asadas las patatas, las cuales habremos lavado previamente, procedemos a cortarlas en rodaja lo más finas posibles con piel y todo. Cuando esto esté finalizado, el siguiente paso consistirá en emplatar. Para ello, iremos alternando las rodajas de pulpo y patata procurando que quede una cosa bien conjuntada. Después echaremos una pizca de pimentón con mucho cuidado para ir espolvoreando por el plato y finalmente un buen chorro de aceite de oliva. El resultado, si os gusta el pulpo, es genial de la muerte. Espero que os guste la propuesta realizada y que os animéis a comerla. Si no os mola el pimentón, que puede ser, lo podemos sustituir por especias a gusto del personal, lo cual ilustramos en las fotos. Además, esta variante nos permite ofrecer cierta originalidad sobre la receta ortodoza, que es lo que me mola.