domingo, 24 de julio de 2011

Tour de France 2011, Étape 20: las antípodas quiebran Luxemburgo



Hola a todos. Nuevamente, prefiero hacerlo así, cuento mi visión de la etapa vigésima del Tour sin leer la prensa española deportiva no sensacionalista ni l'Équipe. Leeré después las crónicas. ¿Qué decir de la única etapa contrarreloj individual de este Tour? La más respuesta más sencilla resulta simple, la lógica se impuso ayer. Ayer se decidía lo más importante, la victoria en la ronda gala. Si bien el Giro, o la Vuelta a Suiza, apuestan cerrar la carrera con una contrarreloj individual, la carrera gala no lo hace desde 1989, aquella mítica etapa de 24 km entre Versalles y París en donde el estadounidense Gregory Lemond (Greg Lemond) logró su segundo Tour de Francia tan sólo por 8" y donde el recuerdo popular del mismo fue la imagen del malogrado Lauren Fignon escupiendo a la cámara de la televisión. Desde entonces, el último día real de competición en el Tour de Francia es el sábado víspera de la llegada a los Campos Elíseos de París. Afortunadamente, este año, como el pasado, la carrera venía abierta y debía dilucidarse contra el reloj. Realmente sólo había dos candidatos, lo que los Alpes han determinado tras sus dos duras etapas y tras haberse realizado una inexplicable y tácita tregua en los Pirineos. Dichos candidatos eran Andy Schleck y Cadel Evans. El primero repetía del año pasado, mientras que el segundo debía remontarse a 2007 y 2008 para encontrarse en una situación similar. Ambos tenían en común una cosa, haber sido bi-subcampeones en el Tour de Francia durante dos años consecutivos: Cadel 2007 y 2008 y Andy, su sucesor en ese puesto, en 2009 y 2010. También ambos tienen otra cosa en común, haber sido derrotados por un corredor español y en tres de las cuatro ocasiones por Alberto Contador (2007, 2009 y 2010). Sin opciones reales el actual campeón del Tour hasta hoy, Alberto Contador, eso quiere decir que ayer uno de los relevaría en el palmarés al madrileño y se convertiría por vez primera en el campeón de la ronda gala. Andy partía con 57" de ventaja, mientras que Cadel Evans contaba con ser especialista en la disciplina y con haber hecho la misma crono hace un mes en la Dauphiné Liberé, que transita por los departamentos de Los Alpes. Las desventajas de Andy eran no ser especialista y no haber visto la crono. La lógica decía que Evans debía de ganar a Andy. Ahora bien, ¿esa lógica sería con la suficiente ventaja para ganar el Tour? El viernes dije que apostaba por Cadel para ganar el Tour. En función del desarrollo de la crono, mi apuesta se cumplió. Desde el principio se vio que Cadel llevaba un buen ritmo, mientras que Andy no iba bien y era cuestión de tiempo que perdiera el maillot. Generalmente suele decirse que la última crono suele ser de fuerza, pero ese factor influye en que quiten menos tiempo si no eres especialista. Supongo que en la primera semana a Andy le habría caído más tiempo. Al final con el progreso de la crono, en donde la diferencia que te sacan en el primer punto intermedio es la más escasa, la cuestión que se planteaba era por cuánto iba a ganar el Tour Evans y si en esa diferencia estaría incluida el minuto que perdió Andy bajando el martes tras la segunda etapa de descanso. Al final, y habiéndo flojeado algo en el tramo final, Cadel Evans sacó 2' 31" a Andy, lo que supone ganar el Tour con una cómoda ventaja de 1' 34". ¿Por qué esa diferencia? Para mi está claro, uno es especialista y el otro no. Cada uno ha aprovechado su oportunidad en su terreno. Andy ha corrido un Tour diseñado casi para él sin cronos, dejando sólo la última en donde el factor fuerza te hacer ser mejor si no eres especialista. Andy ha tenido muchas oportunidades de reventar la carrera y haber sacado tiempo a Evans, aunque fuera menos de un minuto en cada etapa de alta montaña. En vez de reventar la carrera en la montaña, Andy sólo hizo el día con final en el Galibier y no quiso colaborar con Alberto el viernes cuando Evans le dio la crisis. Además, en los Pirineos no reventó la carrera estando pendiente de Alberto y dándole opciones de victoria cuando en realidad no tenía por qué haberlas tenido. Evans se ha limitado a pasar la montaña lo mejor posible y a dar la cara y mantener sus opciones en el día del Galibier y de Alpe D'Huez y aprovechar su terreno para sacar diferencias. La clave ha estado ahí bajo mi punto de vista, aprovechar las fortalezas de cada uno en su manera óptima. Cadel lo ha hecho, Andy no. Por lo tanto, y al igual que declaraba ayer Alberto Contador, la victoria del australiano es justa, justísima. En cuanto a los españoles, bravo por Samuel Sánchez, que hizo una crono buenísima demostrando el hecho de que la fuerza te hace mejorar tus prestaciones. Se quedó entre los diez primeros y perdió menos de dos minutos con el vencedor el doblemente repescado en los Alpes Tony Martin. Y bravo también por Alberto Contador. Ha demostrado ser un profesional. Si realmente le da igual quedar el quinto que el vigesimo cuarto si no gana la carrera, ayer, en vez de pasar el día, se dedicó a luchar por la victoria de etapa e hizo una crono acorde a sus características de especialista, aunque no tanto como Cadel, Cancellara y Martin, pero gracias a su fuerza y condición de vencedor de carreras de tres semanas es el único no especialista especialista capaz de ganar a estos tres. Hizo el tercer puesto a 59" de Evans y 1' 05" de Martin. Respecto a Alberto he sacado dos conclusiones. El año pasado estaba fatal de forma como presagié en Dauphiné y este año, sin estar al cien por cien por haber ganado el Giro en la versión Tour 2009, ha tenido opciones de volverlo a ganar. Si se confirman los rumores de que será absuelto por el clembuterol y por tanto podrá correr sin problemas el Tour, que tiemblen todos, pues si las caídas, las lesiones y la salud le respetan, Contador arrasará en el Tour de 2012. Hay que recordar que este año no estaba claro que pudiera correr el Tour y por tanto había que centrarse en ganar el Giro. Bien, recordar que las fotos son de l'Équipe.

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