viernes, 29 de julio de 2011
Crónica de un Labitolosano secundario: balance de la temporada 2010/2011
Hola a todos. El 30 de junio terminó mi presente contrato con el instituto Sierra de la Virgen de Illueca, el equipo que me ha fichado esta temporada. En el gobierno de Aragón el sistema de fichajes es un poco complicado, pero con ciertas similitudes a la NBA. Al fichar profesores no se pagan traspasos, sino que se van eligiendo por orden de lista, lo que sería el número de Draft, sacado a través de un baremo en el que se combinan los méritos personales y la nota de examen de oposición. Una vez dentro, hay dos clases de jugadores, los fijos y los itinerantes. Los fijos pueden elegir destino cada cierto tiempo, pero los itinerantes eligen sobre lo que los demás no quieren. Mi situación es la segunda. Pero luego hablaremos de las perspectivas de la temporada 2011-2012. Centrémonos ahora en el balance de lo que ha sido para mi la 2010-2011. La verdad que han sido nueves imborrables en donde he aprendido muchas cosas. Desde luego que comenzaré por los momentos malos, que los ha habido y muchos. He tenido que sufrir faltas de respeto flagrantes, malas caras en algunos compañeros que se debían agobiar con mi presencia y puñaladas traperas de algunos o algunas de ellas. No obstante, no creo que merezca la pena incidir en estas cosas. En cuanto a mi rendimiento, no estoy contento al cien por cien. Al haber sido fichado, y por tanto, repescado de la liga universitaria, concretamente de la Facultad de Filosofía y Letras, me ha tocado pagar, al igual que muchos de los jugadores argentinos en la liga española, el lógico periodo de peaje, en el que me he de adaptar a las nuevas condiciones. Pese a lo que me hubiera gustado, dicho peaje se prolongó más de lo deseado y llegó prácticamente a Semana Santa. Puedo decir que pese a lo mucho que he trabajado, mi rendimiento todavía puede ser mejor, y espero que año que viene así sea. La prolongada adaptación tuvo sus consecuencias lógicas, la más dolorosa el hecho de que se me cayera la única persona que se iba a presentar a Historia en selectividad. No obstante, pese a un rendimiento que no ha dado el cien por cien de lo que puedo dar, personalmente me marcho contento porque he hecho todo lo que he podido y lo he intentado hacer lo mejor que he sabido. Evidentemente, en la primera vez nunca se hace todo perfecto. La nota positiva es que el año que viene saldrá mejor porque ya sé lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo. A nivel humano, también me voy muy contento, puesto que con mis alumnos me he llevado muy bien exceptuando algún caso muy puntual y con los padres con los que he hablado también guardo grato recuerdo. Aunque yo lo haya hecho mal, considero que los chicos han sido agradecidos conmigo, puesto que me han mostrado su aprecio de varias maneras como cantarme el cumpleaños féliz, nombrarme persona sexy de la semana, respetando mi autoridad, decirme que podía dar geografía y otra asignatura más, decirme que como tutor era el mejor o que incluso era el mejor maestro, en trato humano se entiende, pues los chicos solían desconectar cuando me enrrollaba demasiado, o incluso deseando que hiciera más guardias con ellos, preguntándome si ya sabía si me iba a quedar el año que viene y diciéndome que diera terceros al año que viene. Asimismo, creo que los padres también me han mostrado su aprecio pues despidiéndose con dos besos o apretón fuerte de manos, queriendo que estuviera presente en conversaciones sobre mis chicos con el equipo directivo, que cogiera a sus chicos el año que viene si me quedara o preguntándome también si ya sabía si me iba a quedar. De manera común, también me han agasajado con regalos. Los padres con pastas y un libro, mientras que los chicos con un after-shave y una divertida tarjeta. En resumidas cuentas, y pese a los problemas habidos con ciertas personas, mi intención y deseo sería seguir un año más en Illueca como mínimo por los chicos. Tampoco debo olvidarme de agradecer su apoyo, amistad y ayuda a cuatro de mis compañeros, los Raúles, Bea y Nathalie, quien me ofreció la oportunidad de participar en el programa Comenius yendo a Paris y Rozay-en-Brie. En cuanto a los peores momentos, al margen de mis compañeros, sin duda la caida de la persona que iba a presentarse por historia y el quizás no haber sabido manejar un problema en mi clase, que creo se ha magnificado más de la cuenta. Como mejores momentos me quedaría con varios, pero sobre todo destacaré seis: el nombramiento como persona sexy de la semana por el segundo de bachillerato científico, el cumpleaños feliz que me cantaron en clase los chicos de geografía del segundo de bachillerato humanístico, el haber ganado la Gymkana con mi clase de 2ºA y el viaje correspondiente a Zaragoza a final de curso y muy especialmente la comida y tarde de fin de segundo de bachillerato, el regalo de mis chicos de 2ºA con las fotos y el viaje a Francia con Nathalie y sus alumnos de francés de primero de bachillerato. ¿Volver? Sí. Si fuera un deportista, me gustaría firmar un contrato de cuatro años o bien uno de dos y prorrogables dos más. Visto lo visto este año, me gustaría que mi ciclo en Illueca se acabara en el curso 2012-2013 o bien en el 2014-2015. Realmente me gustaría vivir dos cosas, hacer el viaje de estudios y ver cómo titulan los nacidos en 1997, de quienes he sido tutor en 2ºA y profe de 2ºB y ver cómo acaban los mismos chicos el instituto en segundo de bachillerato. En una de esas dos fechas creo que se acabaría mi ciclo en Illueca. Por desgracia, yo no puedo decidir ni dónde ni cuanto tiempo me quedo en los institutos que me fichan. Pero también por fortuna, el centro tampoco elige a las personas que han de fichar, ya que me consta, según la despedida de los fijos que cambian de aires, que no se desea que repitan casi todos los itinerantes. El sistema es mixto, digamos que se presentan las vacantes que nadie ha querido y en función de tu posición en el Draft eliges destino según tu conveniencia, de forma que te ficha primer equipo que te queda libre después de que hayan elegido previamente los que tienes delante. Este curso que acaba, el destino hizo que fichara por Illueca. Espero que se porte bien y repita nuevamente en Illueca. Por consiguiente, valorando los pros y contras, me gustaría renovar por Sierra de la Virgen y seguir trabajando con mis chicos del Aranda. Gracias a todos los que me habéis apoyado y mostrado aprecio.
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